Callejeros en acción


NUESTRA IDENTIDAD: HACIENDA TILIPULO



Por Azucena Jiménez


Una mañana despejada, con un cielo azul profundo. Entre arboles de eucalipto gigantes, pencas y rodeado de una vegetación verde se encuentra un camino largo y pedregoso, acompañado con el trinar de las aves, y el mugir de reses. En este escenario se encuentra un lugar cuyas cuatro paredes de adobe muy grueso encierran una leyenda llena de mitos y misterio.

Su construcción, hecha de piedra pómez y roca volcánica, nos traslada a una época donde la valentía y la audacia de los patriotas dieron luz a la independencia de Latacunga. Se trata de la hermosa y muy antigua hacienda de Tilipulo. El relato de esta bella historia empieza por los años 1.600, cuando la primera construcción de Tilipulo era de paja y sus paredes de barro; su primer propietario fue un cacique indígena, Tamango Jacho, quien al pasar los años la dio por herencia a su hijo y nuera: Sancho Jacho y María Sigcha Signasiche, quienes se dedicaron a la agricultura, crianza de llamas y ovejas. Cuando Sancho y María murieron en 1680, la propiedad pasó a manos del español Fernando Dávalos, por orden del rey de España en esa época. En manos de españoles se hiso una nueva construcción, ya con material especial que contenía cascajo y roca volcánica, una verdadera obra de arte construida por el jesuita Marco Guerra, arquitecto en aquel tiempo, después pasó al poder del marqués de Miraflores.

En 1800 y 1809 la hacienda fue utilizada como parte de la estrategia militar para organizar la independencia de los marqueses de Maensa, se dice que dice que desde esta hacienda salieron nuestros compatriotas a luchar por la independencia de Latacunga, acto que se dio en la plaza de Santo Domingo en 1820.

Se dice que en este mismo lugar se reunía el grupo de manuelitas, quienes eran seguidoras fieles de los libertadores. Simón Bolívar marcó historia en este lugar, junto a su amada Manuelita Saenz, libertadora, pues era su sitio de encuentro.

Daniel Herrera, oriundo de la provincia de Carchi, quien está a cargo de la hacienda Tilipulo desde 2010, manifiesta que se encontró con un lugar totalmente abandonado, con sus estructuras deterioradas, sus jardines en total descuido y que ahora se está logrando darle vida. Se tiene programado construir una hostería, sin atrofiar la estructura antigua, clocando sitios gastronómicos, con los platos típicos del lugar, aptos para los turistas extranjeros, nacionales y locales.

La hacienda Tilipulo cuenta con un amplio museo arqueológico, el salón nacional Leonardo Tejada, que fue inaugurado el 5 de noviembre del 2010, donde se encuentran piezas artesanales de todas las culturas del Ecuador, donadas por el Banco Central.

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