EL CONOCIMIENTO NO TIENE FRONTERAS
Perfil de Ricardo Ureña, profesor de Comunicación Social de la UTC
Por: Gabriela Torres
Toda nuestra vida es un gran relato en un libro en el que somos
los autores.
La tarde ya se terminaba, caía lentamente la brisa de la noche, rodeados de libros, mesas y sillas la sabiduría del ser humano despejaba las estrellas. El jueves pasado, frente a Francisco Ricardo Ureña López, un ser humano excepcional, con un aspecto de seriedad pero al mismo tiempo amabilidad, y un dialecto que lo identifica como mexicano…
Nació el 4 de octubre de 1986, tiene 27 años, su crianza fue en
Jalisco, México, a 30 km de Guadalajara. Cuando fue pequeño le gustaba mucho
jugar pelota, andar en bicicleta, era muy inquieto pero al mismo tiempo buen
estudiante. Ahí estudió la primaria, secundaria, preparatoria, llamada también
colegio. Todos sus estudios fueron realizados en Dalas.
Desde muy pequeño su madre le inculcó el bello arte de la lectura,
por eso a la edad de 4 o 5 años él ya leía libros. Los momentos más bellos para
Ricardo eran aquellos en los que se reunía con sus hermanos y padres a leer. Cada
obra concluida le hacía sentir muy orgulloso de haber terminado lo que empezó;
mientras más libros leía más jactancioso se sentía.
Emigró a Guadalajara a los 16 años, le encantaba aprender y fue
tras su sueño: Sociología. Le encanta la realidad social, movimientos sociales,
desde que estuvo en la preparatoria surgió el interés de los temas de
relevancia. Se considera estudiante desde que nació y piensa serlo hasta morir.
Desde México estudió las dinámicas de Ecuador, Bolivia, Perú,
Colombia, Venezuela. La Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en Quito, le dio la
oportunidad de salir de México para conocer desde adentro otros países, su
problemática social; es así como obtiene la maestría en Ciencias Sociales.
Quiso estudiar cine, pero se dio cuenta que para crear una película
tenía que estar más inmiscuido en la problemática social, con un pensamiento más
abierto, más dinámico, por eso le llamó la atención todo lo referente a la Sociología.
En su país fue docente de bachillerato en aéreas de Ciencias Sociales,
dictó clases sobre Derecho de Psicología, estuvo en institutos donde impartía Filosofía,
Epistemología. Su licenciatura está basada en investigaciones sociales. En su
país aportó con sondeos sobre la condición social de las mujeres, contribuyó
con la exploración de género en México, donde todos sus proyectos han sido
publicados en revistas y libros. Estuvo presente en el Festival Internacional
de Cine de Guadalajara. Manifestó que le gusta diversificar, no le agrada la
idea de estar estático en un solo lugar.
Uno de los autores que más le llaman la atención es José Saramago:
“Buen escritor, sin ser tan preparado llegó a ganar el premio nobel de
literatura”, explica.
Sus lecturas favoritas están en autores como Julio Cortazar, Juan
Rulfo, García Márquez, en si toda la literatura latinoamericana; Edgar Alan Poe,
Carlos Marx, Pablo Gonzales Casanova...
Ricardo sostiene: “Los mejores escritores en un principio
resaltaban en Europa, pero una vez descubierta la imprenta en Latinoamérica
fueron los padres del realismo mágico, porque aquí es donde se vive, se sufre,
se llora, se ha sentido la injusticia, los escritores narran la realidad”.
El consejo que da es que se cultiven, que lean mucho, que siempre
estén aprendiendo, que nunca se nieguen la oportunidad de aprender cada día
más, relacionarse con personas sabias.
Él piensa que Ecuador es un país formidable, muy tranquilo, a
pesar de los problemas políticos que existen. Comparado con su país, México,
siente que Ecuador es mucho más sereno. Su gente es muy afectuosa.
Comenta que viajó por las regiones del Ecuador y se siente muy cómodo,
como si fuera su país. Su lugar favorito en Ecuador es la Costa, por el clima
caluroso, pero también le agradan las montañas, la Amazonia, los ríos inmensos.
¿Qué piensa de la Universidad Técnica de Cotopaxi? “Que es una
universidad que va creciendo. Están en un momento crucial, hay un espíritu de
confederación, todos están con el compromiso de
unión, por la acreditación están apoyando docentes, cuerpo
administrativo y estudiantes”.
Para Ureña, “la universidad necesita estudiantes de calidad”.
Quiere que sus estudiantes sean de categoría A, que la biblioteca funcione como
tal, tenga más libros, piensa que le hace falta más fuentes para las consultas,
libros de literatura de cada una de las especialidades, una biblioteca magna, incluso
generar más carreras de humanísticas, porque solo cuenta con Comunicación Social.
Quiere que se fomente, Ciencias políticas, Sociología, etc.
Todas sus metas trazadas y sueños los ha cumplido con el
transcurrir del tiempo, no se siente insatisfecho. La intención es quedarse en
la universidad para seguir adelante y continuar con su PHD.
Le gustaría hacer un doctorado en Sociología. En octubre tiene un
congreso de Sociología en Chile, está dispuesto a ir a donde lo lleve la academia.
Dice que la carrera de Comunicación Social es una carrera con
mucho debate, “El periodista no se da cuenta que tiene el poder en sus manos”,
dice Ureña. “Los estudiantes son muy importantes, son y están en el centro del
debate; es significativo como inciden en los medios y en la sociedad”. Él como
docente, incentiva ese sentido crítico de cada joven. Ha trabajado con los
estudiantes de Comunicación Social para que aprendan a auto educarse, que
escriban y lean más, que tengan un pensamiento muy crítico, que no solo crean
lo que los medios emiten, incentivarse a sí mismos un pensamiento crítico, para poder ser un
comunicador social de apoyo para su entorno.
Como docente cree que es muy factible que los estudiantes tengan
una lectura más profunda, sabe que van por buen camino, a los cursos más
avanzados les aconseja que aprovechen estudiando estos últimos semestres, a los
que están a la mitad de la carrera que sigan la línea y dejen los malos hábitos,
como el hacer plagios académicos, copiar los deberes del Internet.
A sus estudiantes les dice que nunca dejen de leer, que lleven
consigo un libro, fuera de los textos de la responsabilidad como estudiante,
mucho más los libros de cultura general, para así evitar deficiencias en los futuros comunicadores. “Es
aconsejable que lean 15 paginas por hora, con la lectura van a tener más
conocimiento, un vocabulario más extenso y fluido, va a ser mucho más fácil
redactar y expresar sus ideas”, acota Ricardo.
No quedarse en su tierra
natal sino que experimenten otras culturas, que salgan alrededor del mundo,
realicen posgrados.
Manifiesta Ureña que: “las personas que valoran el derecho a
estudiar no deberían ser mediocres, porque no hay nada más importante que sobre
salir, aunque, no solo por estar en una universidad quiere decir que sean
inteligentes, hay muchas personas de afuera muy cultas. No porque una persona
no pudo ingresar a estudiar se le niega el derecho a ser mejor”.
Una de sus tristezas es haber perdido tan joven a sus abuelos, y
varios amigos que murieron a tan temprana edad. “Quisiera morir anciano, para
poder vivir todas las experiencias que cada persona de mi edad las vive”.
Sin duda un ejemplo para la juventud universitaria; un ejemplo más al igual que muchos de nuestros profesores. Un amigo, que nos da su mano, pero también nos da un jalón de orejas -literalmente- cuando es necesario y que con su ideal de que no seamos profesionales mediocres, nos alienta hacia un cambio, que genere más cambio.
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