Trapitos al sol

EL METALERO DE LA U

Por: Julio César Chasi

Son personas que, para muchos, el que vistan de negro o tengan un gusto diferente de música, hace que los consideren anormales; los satanizan al decir que son adoradores del diablo, crean un pensamiento sesgado sobre ellos y los excluyen. Al verlos en la calle lanzan estigmas como: raro, loco, extraño. Así es como la gente describe a Daniel, pues al verlo causa controversia, por el hecho de que viste de negro y en su ropa tiene unas puntas de metal o “spys”, como él los llama. Lleva también media cabeza rapada y en la otra mitad una larga cabellera. La comunidad se queda  sorprendida con él, por ser algo fuera de lo normal.

Anderson Daniel Taco Muñoz (metalero de la u) es un joven de 19 años que viene desde la ciudad de Quito, estudiaba en el colegio Pedro Pablo Borja Yerovi, ahora es un estudiante de la Universidad Técnica de Cotopaxi, cursa el primer ciclo de la Carrera de Ingeniería Eléctrica. Muy pocas veces se lo ve rodeado de amigos, seguramente porque su apariencia denota un rostro poco amigable, pero es una persona normal, común y corriente, con la única diferencia de que el rock y el metal lo han cautivado.

“Es alguien comprensible, tiene sus principios bien fundamentados, a él le gusta que le digan las cosas de frente, es una persona directa, no le gustan los rodeos”, dice Juan Carlos, su amigo y compañero desde el nivel básico en la universidad. Cuenta además que cuando lo conoció pudo darse cuenta que Daniel era diferente a los demás, pero al mismo tiempo normal, ya que “es una persona sentimental. Tiene muy pocos amigos debido a la costumbre de conocer bien a las personas antes de considerarlas como tales”.

El metalero de U es muy controversial, porque  al caminar por la calle crea distracción y polémica. Veamos qué nos respondió frente a algunas inquietudes:

¿Cuál es tu perspectiva de la vida?

Veo la vida como la gente normal. Me gusta un género de música diferente a lo cotidiano. Mi ideología es atea, es decir que no creo ni en dios ni en el diablo, tengo mis valores y bases morales muy bien fundados, no soy endeble, sé a dónde voy y qué es lo que quiero; hago lo que pienso que está bien.

¿Cuál es tu identidad?

Me identifico con el rock, pero en el rock hay subgéneros, son varios, al único que  “no le hago” es al rock cristiano, los demás géneros sí son de mi estilo, como: gótico, punk, crash, hard core, heavy metal, son los que más me gustan.

¿Cómo te introdujiste al mundo del metal?

Esto se inicia cuando tenía 15 años, por influencia de la música. Fue un momento en el que escuché a Mago de Oz, después un poco de heavy metal, investigué, fui conociendo un poco y desde ahí comenzó mi colección de música y lo que soy ahora.

El corte de tu cabello, ¿qué significa?

Cuando me gradué del colegio adopté el estilo punk, tenía un cresta, pero no me peinaba como ellos, y después solo dejé que la mitad creciera, y eso creo que es lo que más llama la atención de mi forma de ser. El corte no significa nada, simplemente me gusta y acogí este estilo.

¿Has tenido el sueño de tener una banda de rock?

Sí, me llama la atención el entonar una guitarra o el tocar una batería, pero nada más como un hobby, estuvo en un proyecto con unos amigos, pero como tuve que viajar para seguir con los estudios ya no se pudo concretar.

¿Cómo crees que la gente te mira o piensa de ti?

No se cómo me verán, pero lo que siempre hacen es asustarse, o sea, se dicen a ellas mismas: ¡oh, cómo está!, ¡cómo se ve! Mucha de mi ropa a veces llama la atención, en algunas de mis prendas tengo unos spys, pero no me importa, me visto así y me gusta.

¿Has tenido algún problema familiar por tu forma de ser?

Si, hubo una controversia con mi madre y su familia por el hecho de que son católicos, me preguntaban por qué el peinado, mi ropa, y les dije que eso me gusta y así me siento bien; me han llegado a aceptar, con cariño y respeto, creo que se han ido acostumbrando.

Daniel concluye diciendo que le gustaría que la universidad organizara un evento de rock, ya que por su parte sabe que en la comunidad universitaria hay un cifra bastante grande de personas que se identifican con este género, y que ayudaría a fortalecer los lasos de los estudiantes con el alma mater.