La Polis

LOS RETOS DEL PERIODISTA HOY

·        POR: MAYRA TOAPANTA

·                    CLAUDIO VILLA

·                    ANIBAL TAPIA

·                    GEOVANNY MENESES

En décadas pasadas, el proceso de información  fue sumamente limitado, muchos han sido los pensadores, escritores, filósofos y críticos que han muerto por defender el derecho a la democracia y a expresarse; uno de ellos en nuestro país es Eugenio Espejo, el padre del periodismo ecuatoriano.  El ejercicio periodístico nunca ha sido una tarea fácil, porque desenterrar la verdad de distintas situaciones es complicado.

Para Vinicio Chacón, asistente de comunicación social del Municipio de Latacunga, “el periodista es la persona capaz y comprometida, que tiene vinculación directa con la comunidad; hablando con la verdad, responsabilidad, y haciendo las cosas en beneficio del buen vivir”.

El poder de los empresarios y banqueros se ha sustentado en gran medida en la utilización de los medios de comunicación; y hay que reconocer  que el periodista que labora en estos medios está ligado a su empresa o institución, porque depende en gran medida de ellos, pero el prestigio que dicho profesional consiga en su vida periodística tiene que ver con su desarrollo honesto y eficiente de la profesión.

“Todos los medios tienen compromisos y eso debe cambiar, hace falta mostrar actitud y aplicación de ética, en cuento se refiere a la responsabilidad del periodismo. A futuro, el concesionario deberá respetar el punto de vista del periodista, ese es un punto a nuestro favor”, menciona Alejandro Jácome, profesional de la comunicación.

Actualmente el país cuenta con una Ley de Comunicación que, en medio de personas a favor y en contra, persigue cambiar el periodismo en el país.

Eduardo Guerrero, gerente de radio Latacunga, dice: “La razón de ser del periodista es la ética, que se encuentra implícita. Más en la actualidad, con el tema de las normas deontológicas, basándose en los derechos humanos, profundizar la   investigación de los hechos. El comunicador debe andar muy despacio y con mucha inteligencia, para recuperar la confianza de la gente”.

Para el  investigador  Ricardo Ureña,  el periodista debe trasmitir hechos reales y ser crítico social, para la trasformación, sin venderse, ni quedarse con ideas  pre-establecidas.

Es necesaria la regulación de los medios, piensa Ureña. “En México no hay una ley que los regule; Televisa y Tele Azteca tienen mucha influencia en Latinoamérica y nadie los regula”, sin embargo, hay que identificar la intencionalidad que tiene dicha regulación.

El desarrollo del periodismo es evidente. En la actualidad se parte de una necesidad de cambio: ser  creativo  e innovador, cuestionador y crítico es necesario   para fomentar un ambiente democrático, que responde a la ética del profesional en comunicación.

Con desilusión, menciona Verónica Peñaherrera: “hay periodistas que no cumplen su labor correctamente;  en un medio en el cual yo trabajaba nos exigían como mínimo tres fuetes; sin embargo, algunos compañeros realizaban la nota con una fuente; esto es incorrecto. También es cierto que no podemos ser imparciales, pero para llegar a la verdad se debe investigar”.

“El linchamiento mediático limita el trabajo del periodista, pues éste cae en un estado de miedo; es decir, temor a preguntar”, así piensa la docente Yesenia Cabrera.

Víctor Tacuri, con 15 años de experiencia pero sin título profesional en comunicación,  comenta: “el futuro va a ser difícil, el desempleo llegará, pues obtener un título profesional es un problema y las nuevas generaciones vendrán y nos irán desplazando”.

Para Víctor Freire, estudiante de comunicación social y reportero en un medio televisivo local, los periodistas están divididos, unos están con el gobierno y los  otros en contra, “es una guerra que debería parar”.

Los conflictos entre los poderes permanecerán; sin embargo, el compromiso para los que hacen comunicación de aquí en adelante, aunque sea difícil, debe ser poner mayor énfasis en investigar, en su formación; es decir, prepararse con mayor interés, dedicándole el máximo tiempo posible a la lectura; siendo   sensibles con los problemas sociales, pero sin olvidarse de su compromiso con la verdad, basándose en la contrastación de fuentes, veracidad y en problemáticas reales.