Maestra: un corazón que siente más allá
Por: Mónica Yánez
¿Quién es Betty
Reyes?, para algunos este nombre será desconocido, pero para muchos significa lucha,
valentía, coraje, respeto, libertad, solidaridad, y causa mucha admiración.
Tras una sonrisa amigable y que brinda confianza se descubre a la mujer
excepcional, llena de conocimientos e inteligencia, pero sobre todo de
seguridad en sí misma. A primera vista se descubre la sabiduría que posee
dentro del campo de la educación.
Betty es
latacungueña, tiene 43 años y es madre de tres hijos: Jessica Paola, David
Felipe y Domenica; también es abuela de dos nietos. Sus estudios los realizó en
la escuela Elvira Ortega, 3 años de básica en el colegio Victoria Vascones Cuvi
de la ciudad, y la profesión de docente la obtuvo en el Instituto Superior Belisario
Quevedo. Su formación superior la hizo en la Universidad de Babahoyo, extensión
Quito.
Es candidata a
la presidencia de la Unión Nacional de
Educadores (UNE) Cotopaxi, en la lista numero 1 por el movimiento
“Vanguardia”. La organización magisterial es actualmente el mayor sindicato ecuatoriano, una Institución con gran poder de movilización a nivel
nacional, y en ella está dispuesta a luchar para conseguir todos los derechos
que debe tener un docente, como: una remuneración digna por su tiempo de
trabajo, que en la jubilación se cumpla todo lo establecido en la Constitución
y la Ley; y que se tomen en cuenta los títulos de los docentes, pero que sobre
todo se los respete como profesionales.
Dueña de un
corazón que siente más allá de donde se debe sentir, es una mujer que conoce qué
es el sufrimiento. Se preocupa por los niños que asisten a su establecimiento
educativo, en ayunas, cuando el pequeño llega tarde porque no tuvo para su
transporte. Mira a ese ser indefenso cumpliendo la labor de padre y madre en su
hogar, porque sus padres tuvieron que salir a trabajar para mejorar su nivel de
vida. Para ella ser docente no es un trabajo cualquiera, es tener una
responsabilidad plena porque implica formar a la persona en su nivel de
conocimientos y también en su personalidad, para que sea capaz de conseguir lo
que se proponga, formándose con valores dignos de un ser humano.
Esta profesión
representa nobleza. La licenciada Betty Reyes menciona cómo empezó a ejercer su
trabajo: dejaba toda la semana a sus hijos encargados con su suegra, para así
viajar al sector rural, a una escuela ubicada en el cantón Sigchos, con ochenta
estudiantes y un solo profesor, trabajando dos jornadas y a la vez ocupando el
cargo de directora, profesora y hasta de conserje, para conseguir realizar su
misión de formar los mejores alumnos.
Sin duda su vida
profesional es como una aventura, pues comenta que por respeto a sus padres
estudió una carrera con la que no se sentía identificada, hasta que descubrió
la importancia que tiene dentro de una sociedad el ser docente. También se casó
con la persona que sus padres escogieron para ella; actualmente lleva 19 años
como docente y trabaja en la escuela Coronel Héctor Espinoza, ubicada en
Planchaloma, cantón Saquisilí.
A más de ser una
excelente educadora conoce mucho de leyes, le gusta hablar con todos los
argumentos que sean necesarios, por eso cita los artículos constitucionales y
legales que sustentan los derechos de los que está hablando. Es una excelente
deportista, su fuerte es la natación y luego le siguen el básquet y el futbol; además, le apasiona la
lectura.
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