¿AMOR O PLACER?
El abismo que separa a una
pareja
Por: Katherine Calvopiña
Es importante acordarse de aquel beso,
ese primer beso que derrite el corazón más gélido, que endulza el alma más
amarga y que aquieta el espíritu más indomable. Es importante también
preguntarse: ¿por qué los besos de ahora ya no son tan mágicos? y ¿porque la
rutina acaba con el amor?
Nunca se ha definido el verdadero
significado de esta palabra y no existe científico alguno que describa con
exactitud su fórmula; lo cierto es que todas las personas experimentamos alguna
vez ese sentimiento, la caricia de nuestra madre, una risa con los hermanos, la
complicidad de un amigo o hasta la fidelidad de su mascota. Esa necesidad de
estar juntos, de reír y llorar, o de compartir momentos inolvidables se
denomina amor, y ¿Qué pasa cuando no es agradable estar con el ser amado?,
¿Será que ya no lo amo?
Esta es la pregunta clave que confunde
el amor con el placer; es posible que sea cansado reír con la misma persona y que,
a veces, esa risa sea fingida. O que ese beso mágico que separa el cielo de la
tierra se vuelva un saludo de rutina. Es probable que las parejas jóvenes
concluyan que lo necesario es tener relaciones, como “la prueba de amor”, para
decidirse. Los resultados varían entre corazones rotos, embarazos no deseados y
suicidios. Rosvelt Granda, afirma que una relación íntima entre dos extraños
que desean conocerse, es como pretender que llueva sin nubes. “Estas parejas
consiguen lastimarse mutuamente y establecer relaciones obsesivas”, afirma, además,
que antes de juntar los cuerpos es preciso juntar la personalidad, los
defectos, las virtudes y el sentimiento.
En otras ocasiones, la única salida
que encontramos es huir, concluimos que se acabó el amor y que cada uno debe
tomar su camino; en realidad, casi nunca es la mejor opción. Pero ¿Existe una
mejor salida?
La perseverancia es el arma que debe
tener toda persona para lograr el éxito, no solo en lo profesional, sino
también en lo personal. Además, la comunicación es un pilar fundamental para
establecer y mantener todo tipo de relación.
Si te encuentras en el grupo de los
indecisos, y el tiempo que compartes con tu pareja es intrascendente en tu día,
no importa si tu relación tiene un año o 10, lo que importa es que descubras el
placer de amar, no como el placer físico, sino como el bienestar integral que
proporciona la sola presencia de tu pareja. Puedes intentar escribiendo un
poema o realizando un detalle para esa persona especial, compartiendo espacios
cotidianos y conversar sobre la “rutina”, para romperla. Es recomendable
cambiar horarios o lugares de reunión.
Todo pastel está hecho con harina, sin
embargo, existen otros ingredientes que hacen único al pastel. ¿Será entonces
que necesitamos otro chef?, claro que no, lo único necesario es aprender a
cocinar, aprender a realizar una masa diferente cada día. Se debe recordar que
no todos los pasteles son “dulces”, pues a veces hay de los “salados”, que
despechan al cocinero y al cliente.
En repetidas ocasiones dudamos de lo
que sentimos por nuestra pareja, y esas dudas empeoran cada vez que descubrimos
un nuevo defecto, una estrategia para definir lo que sientes es preguntarte si
esa persona tiene la ternura de una madre, la alegría de un hermano, la
complicidad de un amigo y la fidelidad de una mascota. Podrás entender que la
mejor virtud de tu pareja es hacerte feliz a pesar de los “pasteles salados”.
Lo importante es tener buen paladar
para disfrutar hasta los sabores más amargos que trae una relación; y quizás,
entonces, deleitarse con un exquisito manjar.
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