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Franklin Tapia: la universidad debte resolver 

problemas de la gente

POR: MARÍA FERNANDA HIDALGO/CLUB DE PERIODISMO UTC


En el segundo día del primer seminario “Perspectivas de la universidad ecuatoriana”, la tercera mesa incluyó ponenecias de alto contenido, en relación a cómo las instituciones de educación superior de la región central cumplen con los estándares establecidos y de qué manera avanzan éstas en los procesos de pertienencia.

Uno de los expositores fue Franklin Tapia, catedrático de la universidad Central del Ecuador, que hace algunos años fuera vicerrector académico de esa alma mater. Inició su intervención dando a conocer ciertas frases, las mismas que resaltaban la responsabilidad y la importancia de las universidades en la sociedad: “el país va donde le lleve la universidad”, “transformar la universidad para transformar la sociedad”, “una universidad diferente para una sociedad diferente”, “la universidad es un bien público, su producción afecta a la sociedad”.

Las universidades ayudan a mejorar el aspecto socioeconómico de las personas, ayuda al desarrollo de los pobladores. Tapia pidió que giremos nuestras miradas a las universidades ubicadas en la región 3, en donde su población tiene un importante componente indígena campesino, por lo que recomiendó dar una debida atención a esta población que ha sido históricamente marginada, excluida y explotada.

Tapia mencionó además, que “cuando se cambió de administración en la Universidad Central, resultaba que todo lo anterior estaba mal hecho y se debía descartar, ese es uno de los errores que comenten las autoridades universitarias”. También añadió que se debe aprovechar las ventajas de los proyectos en marcha y, de esa manera, darle continuidad al progreso social, y para que esos proyectos adquieran sostenibilidad.

“La Universidad Central ha realizado varias actividades con las comunidades, como brigadas de atención en diversos campos, capacitaciones; los estudiantes trabajaron en laboratorios clínicos, preocupándose de la nutrición de la niñez; la creación de un banco comunitario que se denominó “MÍO”, para el desarrollo de la población; se crearon cursos de administración, contabilidad, gestión y liderazgo; con la Carrera de Agronomía se pudo descubrir y patentar como un descubrimiento, una variedad maíz; también trabajaron para rescatar la identidad y valores culturales.

“No necesitamos una Universidad científica, la ciencia debe estar al servicio de las necesidades que tiene el pueblo y la sociedad, no requerimos necesariamente de docentes PhD, requerimos de personas que puedan desarrollar diferentes actividades en la sociedad para dar respuestas a las diferentes necesidades”, mencionó Tapia.

El académico aspira que las universidades puedan formar técnicos en diferentes áreas que requiere el país, para que pueda servir de manera completa a todo el país, de esa manera dar una respuesta científica y tecnológica para su crecimiento y desarrollo.


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