Pluma y tinta

“LOS SIN CUPO”

Por: Estefanía Caizaluisa

El plan del Gobierno se revirtió y  la agonía del nuevo sistema de educación superior instaurado en el país crece, como crece la preocupación de miles de estudiantes, que rindieron el Examen Nacional de Educación Superior (ENES),  realizado por el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA), puesto que, tras el último examen aplicado a los bachilleres, los dejó fuera de las aulas universitarias, pese a que obtuvieron puntajes mayores a los 800 y 900 puntos. Recordemos que hace no más de un año, los cupos no eran tan escasos y las autoridades educativas señalaban la obtención de más de 600 puntos para que los aspirantes puedan acceder a las universidades, ahora que muchos de los bachilleres han superado estas exigencias, se encuentran con que “no hay cupos”.

Se supone que la educación es un derecho de todos,  y más aún el libre ingreso a las instituciones de educación superior,  derecho constitucional que hoy se ve burlado y vuelve el mismo nivel elitista y de desigualdades que el sistema educativo ha arrastrado históricamente en el Ecuador. Una muestra más del sintomático fracaso de una pedagogía, del empobrecimiento de valores que se reproducen y se transmiten a través de esas instituciones, donde los seres humanos pasan los mejores años de su vida, exigiendo siempre una formación íntegra y de calidad, que el Estado debe otorgar sin reparo y sin barreras.

Ahora, ¿cuál será el destino de “los sin cupo”? jóvenes que por la presión de ingresar a la universidad, y con el latente temor de quedarse fuera, han optado por los famosos cursos de nivelación, que hoy se ofertan por todos los medios, y a los cuales todos tienen acceso, estos centros de nivelación lo único que hacen es adiestrar a los jóvenes, prepararlos para el tipo de evaluación subjetiva que, evidentemente, hoy más del 80% de los aspirantes logro superar. Contradictoriamente y para desacierto del Senescyt, este tema de asignación de cupos ahora se torna más complicado, ¿dónde acomodarán a tanto estudiante? ¿Acaso las mismas aulas provisionales que se instalaron en sectores de la Costa, para formar escuelas, servirán también para formar universidades?

Los resultados iniciales de la aplicación de este sistema de admisión, en el denominado plan piloto, fueron desastrosos, con porcentajes alarmantes de abandono de aulas o quienes continúan estudiando carreras que no agradan. Una de las razones para la reducción de cupos en varias instituciones educativas responde a que desde la Senescyt se estableció que toda universidad para poder ser acreditada debe contar a lo mucho con 40 alumnos por aula.

Según la Senescyt, la solución es la re-postulación, donde se asignarán 25 mil cupos más. Pero la cantidad de aspirantes supera esta cantidad de cupos, tomando en cuenta que no todos los jóvenes están a gusto con la carrera asignada, por lo tanto ¿dónde está la excelencia académica que pregona el Gobierno? Con acciones como ésta solo están infundiendo la mediocridad y la deserción estudiantil de muchos de jóvenes que no se encuentran estudiando su vocación, sino la obligación de un proceso que no a todos favorece y que cultiva la desigualdad.

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