CAMBIAR Y REFLEXIONAR ES NAVIDAD
POR
VANESSA PÉREZ
La
navidad se celebra cada 25 de diciembre, y en
ella se recuerda el nacimiento de Jesucristo, según los evangelios de San Mateo
y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección, es la fiesta más importante
del año para los creyentes. Es significativo conocer, sin embargo, que los
evangelios no señalan fechas, es por ello que nadie puede asegurar que Jesús
naciera aquel día. Llega navidad, y todo el mundo se predispone a compartir con
sus seres queridos, se conoce como una festividad de paz, amor, solidaridad y
de dar gracias por lo que tenemos, pero si nos ponemos a reflexionar un poco
más: ¿en realidad se practica esto en navidad? El concepto que se ha creado de
esta fecha solo abarca lo agraciado, mas no revela la cruda realidad, que los
más vulnerables la palpan, y no solo de manera física, sino también afectiva.
Datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censo
(INEC) revelan que los casos de suicidio aumentan un 40% en el Ecuador en esta
época. Lorena Altamirano, psicóloga de ECU 911, declara que “la nostalgia,
soledad y tristeza, acompañada del bombardeo publicitario y la influencia social
que ésta genera, son los principales causantes de estos lamentables hechos”.
El 8,2% de pobreza en Ecuador es otro factor lamentable,
que se presencia con más fuerza en estas festividades, siendo partícipes y
victimas de ello, niños ilusionados por obtener un regalo o simplemente un poco
de caridad. Pero este no es el único sentimiento que los invade, el temor y
angustia por no complacer a sus padres con dinero es grande. La comercialización,
además de crear una sociedad consumista, da paso a presenciar, vivir, y
convivir con la desigualdad. Se ha creado una sociedad individualista,
prepotente, sin calidad humana, donde el compartir se ha convertido en regalar
objetos que ya no son útiles para nosotros, en donde regalar una moneda es
pensar que de esa manera estamos realizando buenas acciones, cumpliendo con las
obligaciones que exige la religión.
Es deber de cada ciudadano descubrir el lado poco agradable de esta festividad e intentar ser mejor, encontrando acciones positivas, no solo en estas épocas, sino en cada uno de nuestros días.
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