La Ciénega, un paraíso con historia
La hacienda La Ciénega, uno
de los lugares turísticos en la provincia de Cotopaxi, ofrece a sus visitantes
momentos inolvidables y de conexión con la naturaleza.
Se encuentra a las afueras
del cantón Latacunga, casi cerca de la población de Lasso, en un pueblo llamado
Tanicuchi, se caracteriza porque permite pueden compartir momentos de
relajación. La hacienda cuenta con hostería, sala de recepciones, restaurante y
hasta con su propia capilla.
Sus pasillos, habitaciones y cada rincón
de esta hacienda nos trasladan a una época antigua, única y romántica, llena de
momentos históricos.
Su primer propietario fue el
Maestre de Campo Don Matheo de la Escalera y Velasco, en el año de 1695. Fue de
origen español y contrajo matrimonio con la quiteña Gabriela Chamorro,
concibiendo así a su única hija, Rosa de la Escalera, quien contrajo matrimonio
con el capitán Gregorio Matheu; ellos fueron los herederos de esta hacienda.
En el siglo XVIII, la
hacienda contó con la visita de tres académicos franceses, con el fin de
determinar la verdadera forma de la tierra y su magnitud. Ellos establecieron
lazos de amistad con el propietario de la Ciénega, se alojaron en 1742 para
observar de cerca las erupciones del volcán Cotopaxi, y en 1740 la erupción del
Quilotoa.
Se
dice que en la época colonial los esclavos eran azotados en una cruz y hasta
enterrados en el mismo terreno que estaba ubicada esta cruz, por hacer mal su
trabajo o porque tenían esa necesidad o curiosidad de aprender más cosas. Algunos
de los visitantes afirman que por las noches se escuchan llantos y gritos en la
parte posterior de la hacienda.
Actualmente La Ciénega es un lugar acogedor, que invita a los
turistas nacionales y extranjeros a deleitarse con su amplia gama de muebles
antiguos, flores, animales silvestres y aves; además de su historia Colonial.
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