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La sonrisa de un ángel iluminó la pasarela latacungueña

Por: Aracely Quishpe

El asfalto y adoquines de varias calles de Latacunga se envolvieron de un intenso resplandor solar. Y ese sol brillante era el escenario propicio para que miles de personas disfruten de coloridas comparsas, bandas de pueblo, una que otra limpia y más. El ardor que más se esperaba en el escenario era la presencia de personajes como el Ángel de la Estrella, el Rey Moro, el Capitán, el Abanderado, y por supuesto: la Mama Negra utecina.

Eran entre las dos y media, o tal vez un poco más, y a lo lejos un rayo del sol dio brillo al Ángel de la Estrella que llegaba cabalgando un caballo blanco, su rostro maquillado de enorme felicidad y entusiasmo era indescriptible. No pasó ni un minuto de haber llegado al punto de concentración y nuestro ángel fue abombado de fotografías, abrazos, halagos y mucho cariño latacungueño, ambateño, quiteño y de otras ciudades.

Andrés Nogales nunca imaginó que sería elegido para representar al Ángel de la Estrella, su emoción y orgullo de ser utecino hoy más que nunca ha crecido en su personalidad.A partir de hoy tiene doble vestimenta: es un ángel universitario oriundo de Quevedo, y en sus propias palabras dice: “como propio latacungueño me siento conmovido y orgulloso de ser parte de esta cultura ecuatoriana”.

Aún recuerdo sus ojos, su vestimenta blanca que resaltaba e iluminaba a su caballo, parecía que en cualquier momento sus alas se levantarían y el ángel empezaría a cabalgar por el aire como hojalatas de otoño. Suena como fantasía imposible, pero sin duda el ángel se robó la atención y admiración de todo el pueblo.

Verónica Rocha viajó desde Machachi para admirar la pasarela de coloridos danzantes, la shanga, los huacos, las  carishinas, y comitivas de los personajes. Verónica expresa su alegría de este modo: “mi corazón se ha invadido de amor hacia la pacha mama y admiración hacia la juventud de Cotopaxi, porque de ellos depende que la tradición de este desfile perdure para muchos años. El personaje que más me cautivó fue el Ángel de la Estrella, con su alegría se robó mi admiración, siento que estaba comprometido al representar un personaje importante de la Mama Negra”.

Iba llegando la tarde y el sol se iba apagando como una vela en agonía, esto no hizo que la alegría del ángel se esfumara, nunca su rostro demostró cansancio, ni fatiga, al contrario, su cetro con la estrella y su sonrisa adornaban la pasarela latacungueña.